por: Andrés Medina
Un nuevo día en Montreal comenzó, sintiéndome ya mucho más adaptado me levanté temprano y con mayor energía. Después de una reconfortante sesión de yoga en un estudio especializado al cual Ian me llevó, nos dirigimos al Phi Center localizado en el viejo puerto. Nunca antes había visitado esta zona de la ciudad, o al menos no la recordaba con claridad. La arquitectura colonial de esta zona la hace hermosa y con una vibra de antigüedad muy particular. Me recordó un poco a Nuevo Orleans, claro que esto no es una coincidencia ya que en el pasado los franceses se empeñaron en dominar todas las zonas de los grandes ríos y lagos, desde Canadá hasta justamente el Misisipi, así evitando la expansión inglesa en estos territorios.
Un nuevo día en Montreal comenzó, sintiéndome ya mucho más adaptado me levanté temprano y con mayor energía. Después de una reconfortante sesión de yoga en un estudio especializado al cual Ian me llevó, nos dirigimos al Phi Center localizado en el viejo puerto. Nunca antes había visitado esta zona de la ciudad, o al menos no la recordaba con claridad. La arquitectura colonial de esta zona la hace hermosa y con una vibra de antigüedad muy particular. Me recordó un poco a Nuevo Orleans, claro que esto no es una coincidencia ya que en el pasado los franceses se empeñaron en dominar todas las zonas de los grandes ríos y lagos, desde Canadá hasta justamente el Misisipi, así evitando la expansión inglesa en estos territorios.
Llegamos cerca de las tres de la tarde al Phi Center, en este lugar se encuentra la exposición de realidad virtual que este año propusieron Mutek en conjunto con Samsung. La experiencia fue increíble, en un salón lleno de sillas que rotan sobre su propio eje es donde se lleva acabo el viaje. Cuando llegamos vimos a todas las personas utilizando unos aparatos similares a la mascarilla deCyclopes de X Men. Todos mirando a diferentes lados y girando sobre sillas, muchos de ellos sonriendo y otros completamente serios, clavados en otra realidad. Después de una breve introducción nos colocaron las mascarillas y comenzó la transportación. El primer mundo al cual viajé fue uno justamente del Cirque du Soleil.
La calidad de la experiencia virtual era impresionante, realmente me sentía ahí, podía girar mi cabeza hacia cualquier sentido y veía lo que estaba ahí. Me encontraba sentado en una silla de madera altísima, de hecho cuando miré hacia mis pies sentí una sensación de vértigo, sentía que en verdad estaba ahí sentado y podía caer. De todos lados comenzaron a aparecer personajes que hacían malabarismo, contorción, chistes, tocaban instrumentos o simplemente se paseaban con su excentricidad por enfrente de mis ojos. Después del corto del circo vi un par más que también lograron impresionarme con su calidad. Este módulo de realidad virtual estará a lo largo de la semana así que seguramente me daré otra vuelta para terminar de ver todo el material expuesto.
El segundo día de Mutek empezaron las actividades temprano, a las cinco ya estábamos en Parterre du Quartier des Spectacles, una explanada hermosa a un lado del MAC donde se llevan acabo los Expérience, uno de los módulos más bailables del festival. Ahí tuvimos oportunidad de escuchar a Riohv y Vertigo Inc., antes de que me tuviera que ir a entrevistar al gran Herman Kolgen (no te pierdas la entrevista que publicaré mañana).
El Nocturno 2 fue un éxito, aunque tuve un par de conflictos internos al experimentarlo, ya que se trató en mi opinión, de desfragmentar y tenía más deseos de bailar.
Muchos de los shows resultaban una especie de mutilación de canciones, por momentos parecía que los artistas comenzarían a tocar canciones de techno, trance, minimal o hasta hard tech, pero solo jugaban con los elementos que componen estos géneros.
Muchos de los shows resultaban una especie de mutilación de canciones, por momentos parecía que los artistas comenzarían a tocar canciones de techno, trance, minimal o hasta hard tech, pero solo jugaban con los elementos que componen estos géneros.
La experimentación con el sonido y los visuales fue la columna vertebral de la mayoría de los shows. Vimos a: Sarah Davachi, Jackson, Herman Kolgen, Kara- Lis Coverdale, Lorenzo Senni, Simon Chioni, Tim Hecker y Peder Mannerfelt. Todos artistas impresionantes con propuestas que detonan inspiración y asombro. Recomiendo mucho investigar a Herman Kolgen, Tim Hecke y sobre todo a Lorenzo Senni a quien no conocía y me cautivó por completo.
Así pasó un día más y llegó otro, hoy comienzan los A/Visions y las noches en Métropolis así que ha llegado el momento de mover el esqueleto más que el cerebro.
Hasta entonces.
Así pasó un día más y llegó otro, hoy comienzan los A/Visions y las noches en Métropolis así que ha llegado el momento de mover el esqueleto más que el cerebro.
Hasta entonces.